martes, 9 de febrero de 2010



Fuentes y Retratos
para el estudio de la
Revolución Constituyente De 1859


"No soportaremos más este centralismo ciego y delirante.
Al autoritarismo de Santiago opondremos nuestra valentía;
a la ceguera de sus jefes,
nuestra sana voluntad de progreso regional;
al afán de imponer sus desaciertos,
nuestra conciencia batalladora"

Pedro León Gallo en la Plaza de Copiapó, 1859






Autores:
Guillermo Cortés Lutz.
Rodrigo Zalaquett Fuente Alba.


Con el Auspicio de:




Gobierno Regional de Atacama
Proyecto Fondo Nacional de Desarrollo Regional.
FNDR


Universidad Del Mar.
Sede Copiapó.



Preliminar.



Muchas veces nos hemos preguntado ¿Qué es la historia y que es la historia regional? Pero también cuan importante puede ser en nuestra vida y en desarrollo de la región. Las posibles respuestas serian de forma aproximada como que la historia es la captación, conocimiento, análisis y comprensión de la vida del ser humano y de las sociedades. En la historia esta contenido el origen de la mujer y del hombre, de las comunidades y sociedades, las lucha, los procesos económicos, proceso de cambio y continuidad, el ascenso político, las ideas, el desarrollo del arte, de la ciencia y la tecnología, las mentalidades, etc. En definitiva, la historia siendo una ciencia cuyo objeto de estudios es la humanidad, es también una herramienta para la comprender el presente y adaptarnos al mañana. Pero, cuando se estudia y se analiza desde regiones, tiene un doble valor, ya que es una historia mas sinérgica, el Doctor Antonio Morales en su curso de historiografía comparada planteo lo siguiente: “ la Historia Regional tiene un carácter eminentemente reivindicativo, y hoy día esta historia es irrenunciable, ya que permite arrinconar a la historia de corte centralista ”. De allí la necesidad de recopilar nuevos antecedentes, revisar nuevas fuentes, criticarlas y re interpretarlas, con el fin de poder trabajar una historia de la región de Atacama, desde las etapas más lejanas hasta el presente. Una historia que genere conciencia política y social, que permita reencontrar nuestras raíces, para la generación de un fuerte sentido de pertenencia y de identidad. Elemento central para avanzar en descentralizar al país, y de verdadero desarrollo integral, cualquier otro intento, sin el elemento histórico, es estéril, y esta destinado al fracaso, de allí la centralidad vital de reconocer en Atacama y su historia una herramienta progresista de construcción de distintos escenario futuros.

Guillermo Eduardo Cortés Lutz.




Actualmente académico de Pensamiento Histórico, de Instituciones Políticas, y de Bases del Pensamiento Político y Jurídico de la Universidad del Mar, Sede Copiapó.

Docente de la cátedra de Ciencias Políticas y Gobernabilidad en la Universidad Central de Chile, de Teoría de la Historia y de Historia Antigua Grecia y Roma en La Universidad de La Serena, de Historia del Derecho de la Universidad de Atacama y es profesor del prestigioso Liceo Sagrado Corazón, de Copiapó.

Ha desempeñado funciones de Dirección tanto en el sector público como privado, como Rector de Sede del Instituto Profesional Latinoamericano de Comercio Exterior, Director Académico de la Universidad Santo Tomás.

De profesión Profesor de Historia y Geografía, Administrador Educacional, egresado de Magíster en Educación de la Universidad de Playa Ancha y Doctor en Historia de la Universidad de Salamanca. Actualmente trabaja en la investigación: 1859, Retratos de la revolución Constituyente bajo el auspicio del FNDR – Universidad del MAR, Proyecto: Copayapu, estudios monográficos del siglo XVI en Copiapó.

Es investigador de la Universidad Arturo Prat en la región de Atacama para el proyecto “Pervivencia de la lengua Diaguita”. Miembro fundador del Colegio de Doctores de Chile A.G., miembro permanente de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía, y miembro de pleno derecho del Instituto Internacional de Investigaciones Antropológicas de Castilla y León de España y miembro efectivo del Instituto Política y Democracia de Brasil.

Rodrigo Andrés Zalaquett Fuente-Alba


Profesor de Estado en Historia y Geografía por la Universidad Católica “Cardenal Raúl Silva Henríquez”; Magister en Estudios Latinoamericanos por la Universidad de Salamanca, España y Diplomado en Estudios Europeos por la Cátedra Jean Monnet de la Unión Europea y Universidad de Salamanca.

Productor y Director Audiovisual con especialización en la realización de documentales históricos y patrimoniales. Sus creaciones más importantes han sido financiadas por FONDART (“Pueblo de San Fernando, un Pulmón Patrimonial para Atacama”, “Batallones de Atacama, honor y gloria”) y CNTV (Y los programas de Televisión “Tres Cápsulas de Tiempo, fragmentos históricos de Copiapó” e “Imágenes de Atacama”).

Profesor Titular de la Cátedra de Historia del Derecho II en la Universidad de Atacama.

Presidente de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía, filial Copiapó; Miembro permanente de GEA (Grupo de Estudios de Atacama) y de las Agrupaciones Audiovisuales de Atacama “AGAT” y “Tercer Ojo”.

Actualmente se encuentra desarrollando el proyecto de investigación histórica “Retratos de la Revolución Constituyente” FNDR 2008; “Copayapu, siete Estudios Monográficos de la ciudad de Copiapó”.

Es investigador de la Universidad Arturo Prat en la región de Atacama para la el proyecto “Pervivencia de la lengua Diaguita”.

Sistematización de las etapas de la Revolución Constituyente 5 de enero de 1859 a 1863

Introducción.



Para abordar la sistematización de la revolución de carácter constituyente en 1859, liderada por Pedro León Gallo Goyenechea, pero, a la cual concurren otros actores como el calderino José Sierra, último Intendente Constituyente, y que en opinión del historiador Joaquín Fernández Abaroa, fue uno de los que participó en el asalto al cuartel de policía el 5 de enero dando con ello comienzo de la revolución, de Felipe Matta, Anselmo Carabantes, Pedro Zapata, José Antonio Peña, quien organiza la legión huasquina, la gran representación de Vallenar y del valle del Huasco en la revolución, nos parece imprescindible afirmar que este hito generador de procesos es un movimiento pluriclasista y revolucionario, con sus crisis y contradicciones internas, y que se dio en un determinado marco contextual; la opresión política del modelo portaliano y de la constitución conservadora de 1833.
El contexto histórico más específico nos muestra también que el factor económico y político coyuntural son detonantes para el estallido social y armado. La revolución vive distintas etapas, ellas presenta sus singularidades y que hacen del todo un momento de corte y de cambio profundo en la historia chilena, después de la revolución constituyente, los conservadores ultramontanos ( cercanos a la iglesia, y los herederos de la aristocracia terrateniente del valle central), como los conservadores nacionales, también parte de la oligarquía , pero cercanos a las profesiones liberales y al aparato publico, defensores del estado y sus prerrogativas mediante la constitución portaliana de 1833, denominados montt-varistas, deben paulatinamente alejarse del poder y con ello adviene el cambio en la historia chilena.
Lo primero a considerar es que después de la revolución llega al gobierno un presidente de transacción como José Joaquín Pérez, con su arribo al palacio de la moneda se abre el sistema político, esta apertura ocurre con la promulgación el año 1870 de la limitación de la reelección presidencial. “La reforma que prohibía la reelección presidencial para el periodo siguiente. Fue en las postrimerías del gobierno de Pérez Mascayano ”. En segundo lugar y desde una óptica de la historia regional y específicamente del estudio de los hechos de 1859, podríamos decir que la revolución, propicio el fin del delfinismo decenal evitando que Manuel Montt puede dejar en el poder a Antonio Varas, con ello se cumplía uno de los objetivos más caros de los libertario de Atacama, además con el levantamiento atacameño de 1859 se permitió la llegada del periodo de los gobiernos liberales, nuevas leyes laicas, y el nacimiento del partido radical, partido liberal avanzado, en definitiva podemos decir que producto del movimiento constituyente se lograron muchos de los objetivos que se habían propuestos los hombre libres de Atacama para levantarse en armas el 5 de enero de 1859, en defensa del territorio, contra el centralismo y a favor del desarrollo y del crecimiento integral de la república.
Ahora nos resta ver como se fue desenvolviendo esta revolución, cuales fueron sus hitos y sus etapas, para de esta forma logra una apropiación de los sucesos para hacerlos elementos de nuestro bagaje cultural - educacional y de identidad tanto regional como nacional.


Las etapas de la Revolución
(Su sistematización para su estudio y comprensión)


Desde hace algún tiempo el tópico de la revolución constituyente de 1859, con sus respectivos hitos y procesos ocurridos en Copiapó y la provincia de Atacama, y que se extiende espacialmente hasta la provincia de Coquimbo y temporalmente desde el 5 de enero hasta el 8 de mayo de 1859, ha venido preocupando a los investigadores, a profesores, autoridades, políticos, (lo que es muy sui generis), pero especialmente a la comunidad, lo que es muy importante, y genera un enorme sentido de pertenencia y orgullo de ser atacameño.
Tampoco es de extrañar que hasta hoy muchos de los estudios realizados sobre este hecho, sean de los sempiternos mapochinos, que entre sus discusiones están si los hechos políticos, militares, sociales, de organización y enmarcados en un contexto económico, fueron una revolución o una guerra civil. Ante esto nos decantamos por la revolución dado que se parte de un foco guerrillero: Copiapó y Atacama, en otros lugares de Chile, no se tuvo la capacidad de realizar un levantamiento armado con posibilidades de tomar el poder.
La revolución busca un cambio radical, profundo en las condiciones políticas y de vida de las personas, es el derrotar las injusticias , el sometimiento al centralismo asfixiante, al abuso de todo tipo, y su triunfo augura mayor justicia social, política y económica, el origen de la revolución es popular y con conciencia de cambio, que es el caso de 1859, donde los actores: lideres y seguidores son pluriclasistas, podemos afirmar en este caso que el pueblo no es un actor menor, y se integran a las filas revolucionarias de muto propio y con el mayor de los intereses, como lo ha planteado Julio Pinto , un ejemplo claro del carácter popular que adquiere la revolución, es el papel de don José Sierra al autoproclamarse Intendente de la región, en oposición a lo que deseaba la plutocracia minera. La guerra civil, sin embargo, es un enfrentamiento en idénticas condiciones militares, en cuanto a numero de personas y de armamentos, la guerra civil en la mayoría de las ocasiones solo genera la modificación profunda de la sociedad, en cuanto al cambio del poder político y de modificaciones importantes pero no de carácter popular, un ejemplo de ello es la guerra civil norteamericana, que no cambia el sistema solo mitiga la esclavitud. Resuelto este primer problema, nos parece necesario avanzar en sistematizar o periodificar las etapas de la revolución, cada una de ellas con sus sucesos y singularidades.
Desde la perspectiva de la historia política y de las ideas, la revolución tenia como fin cambiar al gobierno y al marco constitucional y jurídico que lo sustentaba, avanzando a un regionalismo, que lindaba con un sistema federal. ¿Por qué federal? Por que a mediados del siglo XIX este sistema se mostraba como uno de los modelos más avanzados en cuanto a descentralización y a participación real de una mayoría de la sociedad, el federalismo podía garantizar que no solo la elite, (aristocracia, plutocracia en definitiva la oligarquía) no serian la exclusiva detentadoras de todas las garantías y bondades de los estados naciones. Si se fuera estricto en el modelo federal, este podía generar participación ciudadana desde los niveles más populares, y la revolución de 1859 contó con la participación de mineros, artesanos y en general de pueblo, hecho que no es extraño en la región, ya en 1837 había habido una revuelta de los mineros en Chañarcillo, por mejoras salariales y sociales, por lo que la conciencia y la determinación en cuanto a movilizarse violentamente en busca de un reparto más equitativo en lo económico y político, no era extraño en esta zona.
Pero, para conocer, comprender y valorar de manera mas profunda y significativa la importancia de la revolución provinciana constituyente de 1859, tanto a nivel del estudio, la re interpretación histórica, como de la historia regional misma nos parece de central importancia proponer una sistematización a través de las etapas que son posibles de distinguir mediante la investigación critica y el análisis histórico.
No obstante esto nuestro trabajo, nos ha llevado a la hipotetizar de que con posterioridad a la derrota de Pedro León Gallo en Cerro Grande, tal ves este no va a San Juan en Argentina como se ha creído hasta ahora, sino mas al norte, tal vez la Rioja o Tucumán ya que en esos lugares al parecer existirían poblados cuyas calles llevan el nombre de Pedro León Gallo y Copiapó respectivamente, pero esto debe seguirse investigando.
Otro hecho a destacar en esta sistematización y periodificación revolucionaria, es después de la caída de Copiapó el 12 de mayo de 1859, vinieron persecuciones , exilio y cierta intranquilidad social y económica en el país, de tal manera nos lo relata la vida post revolución constituyente, Joaquín Blest Gana: Las cosas continúan en el mismo estado, sin esperanza fundada de mejoramiento: la misma vigilancia, la misma intranquilidad, y cierto estado general de inquietud… “...Nuevamente se hacen revelaciones espantosas de otros fusilamientos en el cuartel de policía de Valparaíso… “Es difícil tener una idea del abatimiento general del país, sin comercio, empobrecido, inquieto, ignorante del fin de esta lucha, en cuyo principio, según se cree, nos encontramos todavía. ”. Todo lo anterior nos lleva a pensar que existe una última etapa de la revolución y que tiene que ver con un estado de inquietud sociopolítica y económica generalizada en Chile, producto del movimiento constituyente de Atacama, lo que seria el factor determinante para poner fin al dominio conservador, y al cambio profundo en la política chilena.
Por lo anterior nuestra propuesta de ordenamiento de los sucesos políticos y militares de 1859, son las siguientes:

Génesis del pensamiento pre revolucionario: La creación del club constituyente, del club de artesanos y del denominado Juramento de la sinfónica o el apresamiento del corral. Las ideas liberales , la influencia de la economía en el pensamiento y el diseño de la revolución. 1857 al 4 de enero de 1859


De las ideas a la Acción: El Asalto al cuartel de Policía en Copiapó, Pedro León Gallo es nombrado Intendente 5 y 6 de enero de 1859.


La Institucionalidad y la Expansión revolucionaria: La organización Política, los símbolos constituyentes ( la bandera y el himno), el Peso constituyente , la formación del ejercito del norte y la legión huasquina. 6 de enero de 1859 a Febrero de 1859.


Luces y Sombras de la Armas Atacameñas: las grandes batallas; de el sitio a Copiapó, a las batallas de Los Loros y Cerro Grande. Febrero de 1859 al 29 de abril de 1859. Esta etapa es de gran importancia histórica, ya que conlleva el tipo de lucha militar que se dio en la revolución. Joaquin Blest Gana en carta a Barros Arana, nos describe así este periodo:

“ Después de tanto desastre, la patria divisaba en el norte una vislumbre de bonanza. Gallo derroto en los Loros a Silva Chávez, en un reñido combate con tropas veteranas iguales en numero a las suyas; y si su caballería no hubiera sido tan mala no habría quedado uno del ejercito del Gobierno. La batalla por parte de Gallo fue mandada por el joven don Ramón Arancibia teniente educado en la Academia y que en la campaña del norte desplegó los mas notables talentos militares unidos a un arrojo admirable que mas tarde causo su pérdida. Gallo entro a la serena triunfante y dando un ejemplo de moralidad que tanto faltaba a la tropa del Gobierno se estaciono en la ciudad conquistada manteniendo la mas severa disciplina de su tropa”

Esta etapa también tiene entre sus batallas, a la de Cerro Grande, donde Pedro León Gallo es primero traicionado por Salvador Urrutia, y luego derrotado, pero esto no pone fin a la revolución , luego vendría la resistencia en Copiapó, el mismo Blest Gana describe así la lucha de Cerro Grande.
(...) “El drama del norte también su desenlace: Gallo y Arancibia habían tomado sus medidas con una sagacidad admirable. Los dos ejércitos se avistaron el 29 de abril; pero a poco andar Gallo se vio traicionado por el batallón primero de línea de Copiapó, cuyos jefes Urrutia y Vallejos habían sido comprados por el Gobierno, a cuyas tropas dejaron pasar por la fuerte posición que se les había confiado y que era la llave de todas las operaciones de Gallo. Este se vio repentinamente con el enemigo encima, y sin embargo de ver desbaratado con la traición su plan, rechazo por tres veces al ejercito de Vidaurre, y mantuvo por cinco horas un combate reñidísimo, en que destrozo completamente la infantería del Gobierno….“El heroico e inteligente de Arancibia murió atravesado de dos balazos, y con el Manuel M. Aldunate, Ramos (antiguo teniente de Ejercito) Park y como otros ocho o diez mas, lo que ha dado el raro ejemplo de perecer como quince oficiales en un ejercito de dos mil hombres”.


Revolución en Resistencia: El exilio de Pedro León Gallo, el avance del gobierno al norte, el pueblo resiste , la plutocracia copiapina duda. Profundización popular y tensión de clases. Etapa poco estudiada debido a la falta de fuentes, no obstante las ideas de la revolución y su ideario se han extendido por la provincia de Atacama y son de dominio de las clases altas liberales de Chile. La resistencia no solamente la encontramos en Atacama, donde tomará forma armada, sino que ideológicamente en los liberales y especialmente en aquellos que luego se transformaran en el partido radical.

La Hora del Intendente José Sierra: El bajo Pueblo en el poder, la recuperación revolucionaria de Caldera , Sierra Intendente, la defensa y la caída de Copiapó 8 al 12 de mayo de 1859. En lo central esta etapa destaca por la acción de don José Sierra que la podemos resumir de la siguiente forma.
Con posterioridad al triunfo de Los Loros y a la derrota de Cerro Grande donde las tropas atacameñas y Pedro León Gallo deben huir a San Juan, Argentina. Esto no sumerge a Copiapó y Caldera en crisis ni anarquía, si bien es cierto la plutocracia copiapina esta algo nerviosa, las noveles instituciones atacameñas siguen funcionado. Pero, finalmente el gobierno es entregado al Juez Dolores Passi, con ello se suponía se restablecía en Copiapó un gobierno cercano a Montt, solo Caldera se mantenía constituyente, siendo gobernada por Anselmo Carabante. Quien finalmente entrega el mando al enviado de Juez Dolores Passi. Mientras tanto caía el puerto de Huasco en manos de los gobiernistas y quedaba en manos del teniente Coronel José Villagrán, de allí avanzarían a Vallenar y posteriormente a Copiapó, donde se suponía la situación estaba controlada.
Es en este momento cuando José Sierra, con gran claridad política y determinación subleva al puerto de Caldera, ahora ya en su calidad de teniente y toma la capitanía de puerto. Caldera volvía a manos de los revolucionarios, era el momento de trasladarse a Copiapó y retomar por la armas el gobierno revolucionario. Había llegado la hora de asumir el gobierno revolucionario constituyente y José Sierra, con el objetivo de organizar la resistencia se hace nombrar Intendente, el ultimo de la revolución del 59.



Las replicas y la persecución a la revolución: los Juicios a los copiapinos, la sensación de inquietud política, institucional y económica , la renuncia de Antonio Varas y el fin del delfinismo político. 1859 – 1860. Etapa de persecución a los revolucionarios, de exilio y autoexilio de connotados constituyentes, pero también es momento del hito político que fue la renuncia de Antonio Varas a su candidatura presidencial, con ello adviene un corte profundo en la vida republicana.


El triunfo político de la revolución: Se abre un nuevo periodo histórico y político, la transición José Joaquín Pérez 1861, la vuelta de Pedro León Gallo, la fundación del partido Radical. Tal vez la publicación del diario el Copiapino de 1864 es la mejor forma de definir esta etapa: “En un día como hoy , Copiapó se levanto enérgico i terrible para sacudir el duro despotismo que mandones sin conciencia le impusieron. Hoy al recordar tan memorable época lo hacemos con el objeto de hacer presente a los gobiernos que los pueblos se cansan de sufrir las arbitrariedades de sus empleados i que nunca permiten que se le roben sus derechos y libertad ”. Chile ya transitaba por el camino al gobierno liberal, se había puesto fin al delfinismo político y se vivía una etapa distinta de la historia de Chile.



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