lunes, 4 de enero de 2010

Fuentes para el Estudio de 1859

CARTAS

Pedro León Gallo a Diego Barros Arana durante su exilio europeo.

Paris 7 de diciembre de 1859

“De Chile me han llegado unas noticias fatales que nunca pude imaginar, no te doy pormenores porque supongo que ya los conoces por tu correspondencia. Lo de mas bulto es la ley de sospechosos presentada al congreso por el ministerio; esta ley esta calcada en su espíritu sobre la de la convención Francesa de 23 y siguientes, con la sola diferencia que aquella (la del 23) llevaba al suplicio y esta, la de Chile, lleva a la miseria a las familias”.
“Custodio y mi primo Felipe han salido para el Perú en el vapor del 2 de presente mes y me encargaron les despidiese de ti, pues ellos no lo hicieron porque el tiempo que tenían era muy ajustado”.




Paris 19 de enero de 1860

“He leído mi correspondencia de chile y las noticias que vienen son sin novedad alguna; el mismo estado de cosas que antes; descontento general, sentencias de muerte, prisiones, destierros. Los opositores que quedan no obran en ningún sentido, se contentan con cacarear, y quizás con eso, hacen mas de lo que se pudiera esperar de ellos. Hay sin embargo sus montoneras en el sur que tiene con cuidado al gobierno, pero yo estimo eso muy en poco; y como verdadero revolucionario los deploro, porque fuera de los males y prejuicios que sufren los pobladores, ofrecen una victoria fácil al gobierno poniendo fuera de combate una fuerza que con mejores combinaciones y en mejor tiempo seria poderoso auxiliar, a todo esto debo añadir que en las montoneras entra en mucho el elemento araucano, y tu sabes bien, cuan perjudicial para un pueblo civilizado aliarse con los bárbaros”.
“Por carta de mi cuñado se que por este vapor debe llegar a Europa Domingo Santa Maria; como ese caballero es muy tu amigo, te lo aviso”.
“Los amigos de la colonia están muy buenos, y te dan sus recuerdos, yo sigo bien”


Carta de Joaquín Blest Gana a Diego Barros Arana.


Santiago de Chile 29 de abril de 1859.

“¿Que podré decirte de nuestro Chile después de tu salida? Nada mas que proscripciones, fusilamientos, desastres, el mas espantoso cuadro, la época sin duda mas aciaga desde la emancipación. La revolución del 59 no tiene igual en nuestros anales: los pueblos casi todos de un extremo a otro de la republica se han conmovido en espontánea agitación, y en casi todos también el poder brutal de una administración apoyada únicamente en la fuerza, ha conseguido ahogar con sangre esos patrióticos arranques. Cada ciudad ha sido un campo de batalla: Copiapó, Huasco, La Serena, San Felipe, Santiago, Rancagua, Curico, Talca, el Parral y San Carlos, Concepción, Talcahuano, Tome, Los Ángeles, todos mas o menos han servido de teatro a las tristes escenas de una revolución que nos hace desandar cuanto habíamos avanzado en los últimos veinte años. Pocas épocas mas difíciles que la presente para trasmitirla a la posteridad por el órgano veraz de la historia: hay en ella tantos episodios, tantos caudillos, tan diversas pasiones, que trastornadas todas las leyes normales de nuestra vida se hace imposible juzgar con acierto a los hombres y a las cosas. Las generaciones venideras no sabrán que admirar mas: si el indomable valor de un pueblo que en todas partes acuchillado se alza con nuevo empuje para lanzarse a una desigual pelea, o la egoísta tenacidad de un mandatario que sacrifica hombres y caudales, no en aras de un sistema, sino de un capricho que en ultimo resultado no es mas el mal entendido de bienestar de su persona.
Por los periódicos habrás sabido los grandes acontecimientos que han tenido lugar desde tu partida y que no permitiéndome esta entrar en muy prolijos detalles te paso a mencionar ligeramente (...) Después de tanto desastre, la patria divisaba en el norte una vislumbre de bonanza. Gallo derroto en los Loros a Silva Chávez, en un reñido combate con tropas veteranas iguales en numero a las suyas; y si su caballería no hubiera sido tan mala no habría quedado uno del ejercito del Gobierno. La batalla por parte de Gallo fue mandada por el joven don Ramón Arancibia teniente educado en la Academia y que en la campaña del norte desplegó los mas notables talentos militares unidos a un arrojo admirable que mas tarde causo su pérdida. Gallo entro a la serena triunfante y dando un ejemplo de moralidad que tanto faltaba a la tropa del Gobierno se estaciono en la ciudad conquistada manteniendo la mas severa disciplina de su tropa. Por una extraña inconsecuencia muchos coquimbanos no miraron en Gallo al libertador de la patria, sino a un representante del partido pelucón, aceptando con indiferencia si no de reojo su glorioso triunfo, y privándole por consiguiente del inmenso influjo moral que habría adquirido si en la Serena hubiera encontrado la acogida que era de esperar. Los coquimbanos no supieron comprender que Gallo no servia a ningún bando, y que su absoluta prescindencia de las mezquindades de circulo era cabalmente su mejor garantía.
Luchando con todo genero de inconvenientes, falto de armas y dinero, Gallo tuvo que organizar a la ligera una división que oponer a un poderoso ejercito del Gobierno, cuyo equipo, municiones, armamento y recursos de todas clases jamás ha tenido ningún ejercito chileno”
(...) El drama del norte también su desenlace: Gallo y Arancibia habían tomado sus medidas con una sagacidad admirable. Los dos ejércitos se avistaron el 29 de abril; pero a poco andar Gallo se vio traicionado por el batallón primero de línea de Copiapó, cuyos jefes Urrutia y Vallejos habían sido comprados por el Gobierno, a cuyas tropas dejaron pasar por la fuerte posición que se les había confiado y que era la llave de todas las operaciones de Gallo. Este se vio repentinamente con el enemigo encima, y sin embargo de ver desbaratado con la traición su plan, rechazo por tres veces al ejercito de Vidaurre, y mantuvo por cinco horas un combate reñidísimo, en que destrozo completamente la infantería del Gobierno.
“Privado de uno de sus mejores cuerpos por la traición de Urrutia, tuvo al fin que ceder; pero no derrotado, sin que Vidaurre pudiera cantar victoria, sino por la circunstancia de que Gallo en un pueblo que no le favorecía y rechazando el triste recurso de un sitio, no podía reorganizarse, ante los inagotables recursos del Gobierno. El heroico e inteligente de Arancibia murió atravesado de dos balazos, y con el Manuel M. Aldunate, Ramos (antiguo teniente de Ejercito) Park y como otros ocho o diez mas, lo que ha dado el raro ejemplo de perecer como quince oficiales en un ejercito de dos mil hombres. El Gobierno es natural que haya ocultado sus desastres. (...) En el norte, Souper, Sampaio y Doren recién llegados del Perú parece que se han hecho fuertes en Copiapó, pero será una resistencia inútil, porque ya esos pueblos están exhaustos de sangre y dinero”
“(...) No hay una familia respetable que no tenga en los calabozos o en el escondite alguno de sus miembros, y la victoria del Gobierno es el triunfo de la canalla y de la estupidez sobre el buen nacimiento y la educación”.
“¿ Que porvenir nos aguarda? Feliz tu que a lo menos puedes respirar libremente aunque lejos de la patria y de tu familia. Para nosotros queda un yugo que sobrellevar, proscripciones, ruindades, envilecimiento del país y la perspectiva de una tiranía sin mas apoyo que las bayonetas y la torpe cooperación de unos cuantos necios que solo bajo esa sombra pudieran medrar”.
“ (...) Como sabrás todos tus amigos, los que no se hayan proscritos, están presos o perseguidos. Últimamente han puesto en libertad a Arlegui, Frost y Lynch. Santa Maria, Covarruvias y A. Reyes se van del país. ¡ Felices de los que pueden irse!”


Carta de Irisarri a Diego Barros Arana.


Santiago de Chile 31 de mayo de 1859.

“De todo lo que ha sucedido en esta tierra de bendición, habrás tenido noticia por los diarios y las comunicaciones de tus correligionarios políticos que nos han servido en una baraúnda de corcelazos, batallas, gastos y desordenes de todo genero a mas no poder desatinados y grandiosos. Con la acción de Peñuelas concluyo la oposición armada en el norte de la Republica y por consiguiente, en todas partes. Quedaron las cosas en el mismo estado, en que estaban antes de la revolución del cinco de enero, menos tres millones de pesos gastados en el mantenimiento del orden constitucional, otros quinientos mil pesos derrochados en echarlo abajo, la ruina de mil familias y tres mil cadáveres esparcidos en los de la Republica. Nada de esto pasa los limites de una bufonada para los reformadores como tu, por lo cierto es que si no es nada comparado con la eternidad, para nosotros es una bufonada bastante pesada. Gastamos un caudal en traer unos emigrantes de Alemania, y gastamos otro caudal en degollar entre nosotros mismos la poca población de que no abundamos, y todo esto porque dicen que la Constitución de 1833 nos viene muy estrecha”.
“...yo deseando que te nos vuelvas pronto por acá y todos deseando que se lleve el diablo a los que son causa de que no nos veamos todos tan amigos como lo fuimos antes que estos políticos nos trastornaran el cerebro”



Carta de Joaquín Blest Gana a Diego Barros Arana.


Santiago de Chile 11 de octubre de 1859.

“Por el último vapor salio Guillermo (¿ Guillermo Blest Gana ó Matta ó Juan Guillermo Gallo?) para Iquique, en donde se embarco el 27 de septiembre en el clipper Pondichery con dirección al Havre. Montt no ha permitido que Guillermo cumpla su destierro en el Perú, y después de seis meses y medio de prisión, le ha obligado a salir para cualquiera parte que no sea el Perú con fianza de diez mil pesos. Parece que el Gobierno teme mucho que algo se piense a fraguar entre los emigrados que están en el Perú, y quien sabe si aun del Gobierno de aquel país también teme, por el magnifico recibimiento que hizo el Arzobispo a su transito por Lima. Guillermo me parece que quedara muy pocos días en Paris, pues piensa establecerse definitivamente en España y dedicarse allí al cultivo de las letras, para después de algunos meses hacer un viajecito por el resto de Europa.”
“Como don Manuel Montt no nos ha dejado nada en que pensar y ocuparnos, los pocos que logramos respirar todavía en libertad, nos hemos entregado a la literatura”.
“La política continua peor cada día: como a la fecha lo sabrás, estallo en Valparaíso un motín que dio por resultado la muerte de Vidaurre y la completa derrota de los insurrectos que parece solo aparecieron en numero como de veinte y cinco a treinta. Según todas las apariencias, los cívicos estaban por la revolución, pero sea que se aterrorizaron con la muerte de Viadurre, sea que falto quien los dirigiese, lo cierto es que permanecieron inactivos y como sin saber que partido adoptar”
“Al día siguiente comenzaron horribles escenas de duelo: se paseo el cadáver de Vidaurre descubierto por las calles, y tras de el a un Valenzuela a quien se atribuyo haberle disparado, para fusilarle en la plaza; hubo, según unos, cinco fusilados, según otros, solo dos; lo cierto es que Valparaíso, siguen en el mayor espanto, el comercio alarmado, las gentes todas aterrorizadas, temiendo la repetición de iguales escenas. El cadáver de Vidaurre se trajo a Santiago con una pompa que deja a tras el entierro de Portales. El carro fúnebre costo $2.500.- hubo dobles en todas las iglesias, acompañamiento y luto de todas las corporaciones, del Ejercito, etc., etc., en fin, una fiesta como jamás la hemos visto parecida en nuestros días. La cámara voto, a propuesta del Gobierno, $ 40.000.- en letras del Banco Hipotecario para la viuda y familia, fuera del montepío. Ha habido también desordenes en Pabellón (Copiapó) con su consiguiente fusilamiento”
Luego de nombrar algunos presos de la elite revolucionaria dice que: “...estos son los de los últimos tiempos, porque, como sabrás, entre presos y desterrados hay mas de 700, según dicen. Ahora han revivido las persecuciones con actividad, y según dicen y lo aconsejan los partidarios de la administración, el Gobierno esta decidido a reprimir con todo rigor, sin consideración alguna cualquiera tentativa, lo que quiere decir que se fusilara a centenares. En estos días el Gobierno, tu tío Urmeneta a propuesto una ley al Congreso por lo cual son responsables con sus bienes todos los que sean autores, cómplices, coadyuvadores de motines, a todos los prejuicios públicos y privados; es difícil darte una idea cabal de la espantosa elasticidad de que es susceptible la aplicación de esta ley: dos testigos bastan para arrancarte cuanto tengas y ella no importa mas que una declaración de guerra a muerte contra los ricos que tengan la desgracia de no pensar como el Gobierno”.
“De todos modos, la situación es terrible, preñada de peligros, de enconadas malas pasiones: si la revolución viene, será un desencadenamiento espantoso de furia, que provocará tremendas represalias por ambas partes. Hombres de experiencia dicen que no recuerdan época alguna en que el país se encontrase en tan lastimosa situación. El país mientras tanto marcha a su ruina: no hay comercio ni especulaciones, la confianza falta, las profesiones no tiene ejercicio (...) Creo que tras la emigración forzada seguirá la voluntaria”
“Según parece, los desterrados en Lima vegetan en triste suerte: Souper esta desperado y envejeciéndose de tristeza; Rafael Vial ha tomado el partido de hacerse tinterillo y así cada cual busca ocupaciones en un país que no las proporciona. Felices Uds. Que pueden consolarse viendo las maravillas del viejo mundo”
“ P.D. Como es fácil calcular cuando llegara Guillermo al Havre, escríbele diciéndole que se dirija a Paris, a donde le dirigimos libranza por conducto de Fernández Rodella. El lleva lo suficiente para pasar algún tiempo, y si la libranza no le va en este vapor ira en el siguiente”


Carta de Joaquín Blest Gana a Diego Barros Arana.

Santiago de Chile 14 de enero de 1860.

“ ¿ Que podré decirte que tu no sepas, siendo siempre lo mismo lo que sucede: fusilamientos, prisiones, general descontento, silencio sepulcral, interrumpido solo por alguna nueva fechoría de los indios que han puesto a saco todas los pueblos de la frontera?”
“Jamás han habido tantos bandidos , nunca tantos asesinos. Los periódicos registran todos los días la noticia de algún nuevo delito cometido a las barbas de la policía. Los campos están llenos de salteadores: se roba y se asesina en las poblaciones y el gobierno no tiene ojos sino para espiar a los opositores, ni dinero sino para mantener sobre las armas un ejercito suficiente para conquistar América”.
“Esto va de mal en peor, y tanto mas desconsolador cuanto que no se divisa esperanza alguna de remedio. No es poca tu felicidad al encontrarte fuera de este triste país, del que solo Manuel Montt y sus secuaces tiene derecho de llamarse hijos; que así debe ser, puesto que ellas únicamente tiene las rentas, los hombres y disponen de bolsa y vidas”
“Parece que en las provincias argentinas hay infinitos emigrados chilenos harto deseosos de imitar el ejemplo de San Martín; pero bien podrás creer que de Lujan, Errázuriz, Benicio, no es de esperarse un Chacabuco. Muchos rumores corren a veces sobre los que están refugiados en Lima: no creo que pasen de rumores y harto infundados, porque no es cosa muy hacedera una invasión”.


Carta de Marcial Gonzáles a Diego Barros Arana.



Santiago de Chile 15 de enero de 1860.

A propósito de una carta que Barros Arana le envía a González: “...ayer tuve la ocurrencia de suprimirle los reventones de política chilena (...) la mande a Tornero para que la publique en el “Mercurio” de mañana (...) conoce el estado de nuestra prensa y sabe que, sin la venia del señor Montt, no podemos decir una media palabra que contrarié sus móviles y propósitos”.
“Me pide V. Sendas noticias, amigo (...) ¿cuáles podré darle? De política, todo lo que tenemos ( a parte de uno que otro fusilamiento, cancelazo, fuga de presos, destierro, proscripción o causa por el estilo, que ya le habré contado en mis anteriores), son los medios del Gobierno y sus secuaces a las expediciones que viene del norte, según unos de Alemania, según otros del Perú y de la Republica Argentina. Esto ultimo es lo que mas se dice y mas se teme, por la venida reciente de los Gallo y los Matta, que anuncian con mucho énfasis las cartas de Juanito Bello y las de algunos espías que paga el Gobierno en Mendoza y Lima. Para estorbarlos a todo trance se ha escrito a Cuevas, que si no naufrago en el Cabo de Hornos debe estar ya en Paris sirviendo su Consulado General”.
El Gobierno nombra a unos cuantos nuevos diplomáticos que: “...no tiene mas objeto que impedir las intentonas de los emigrados”.

“Sea todo esto lo que fuere, lo cierto del caso es que los tales temores de expedición no carecen de fundamento. A mi me parece la cosa arriesgadilla, pero siempre vale mas algo que nada, y como el descontento es grande, puede que cualquiera manotada haga su efecto, pero sobre todo, que los militares disgustados con el Gobierno encuentren en ella un pretexto para hacerse con su brazo, la embarrada que hicieron con su pie en el año último”.
“Aquí dicen que hasta V. Y Benjamín viene en camino; pero bien se ve que esta es una de las farsas gobiernistas que ya conoce: de donde algo vendrá será del Perú y de Mendoza, mas no debe tenerse fe ni confianza en el éxito de cualquier expedición que no cuente con armas desparramadas de antemano en todo el país y principalmente en Concepción y el Maule”
“Los gobiernistas siguen haciendo guerra cruel a los pelucones y recomendándose ellos ante la opinión con el titulo de liberales. Yo no dudo, ni V. Dudara tampoco, que lo son realmente; pero en teología, no en política, que si fuera lo ultimo, en lago se les conocería. Sin embargo los tránsfugas dice que están con ellos porque hostilizan y persiguen a los retrógrados, y de veras que este es el mas curioso de los liberalismos humanos. Ayer me decía una comadre “que los tránsfugas éramos los liberales que no estamos con Montt”, A ese punto ha llegado aquí la ceguedad de las gentes y la perversión de las cosas y las ideas. Bueno seria que el Gobierno, haciéndose francamente liberal como jacta de serlo, dejase el de ser ultra pelucón, y en vez de hacer a los conservadores una guerra personal y mezquina, los hiciese a sus ideas y a su sistema, a las preocupaciones y a la intriga, al exclusivismo y a la maldad, a la miseria y a la degradación política que trabajan al país desde hace tantos años. Pero ni Montt ni varas y sus compinches harán jamás cosa ninguna en este sentido, porque el día en que la hiciesen (bien lo saben ellos), volverían las cosas a su estado normal y desde ese momento dejarían de tener la importancia usurpada que hoy tienen”.
“ Cuentan aquí que las notas de Juan Bello, desde Paris, son las que han venido a revelar los propósitos expedicionarios de los emigrados chilenos; pero no se lo que es ello habrá de cierto; lo que se es que ha escrito sobre el particular y que en pago le han nombrado de secretario a su cuñado Domingo Reyes y Gómez. Cuentan también que los empleos diplomáticos le han vuelto los cascos y convertidole en un gobiernista furibundo, y agrega que le han escrito a Montt una carta de agradecimiento tan adulona y servil que S.E. la arrojo, enfadado de su miseria”
“Ningún hombre racional ha podido jamás figurarse que las cosas publicas llegasen en Chile al estado que hoy tiene. Y lo peor es que a esto no se le divisa termino. Es tal la perturbación de los hechos y de los principios, es tal la obstinación de los hombres y la distancia en que estamos de la verdad política, que el mejor de los temperamentos, y acaso el único que convenga al hombre honrado, es el de aislarse y protestar a solas y en silencio contra la situación y todas sus emergencia presentes y futuras”.



Bibliografía.


1. Álvarez Oriel: Atacama de Plata, Oro Impresoras, Santiago, 1979.
2. Campos Fernando. Historia Constitucional de Chile, Editorial Jurídica
3. Fernández A. Joaquín et al. : Historias del Siglo Diecinueve Chileno, editorial Vergara, Santiago 2006
4. Figueroa, Pedro Pablo: Historia de la Revolución Constituyente 1958 - 1859
5. Gazmuri Cristian: El 48 Chileno, Editorial Universitaria, Santiago.
6. Heise, Julio: 150 años de Evolución Institucional, Editorial Andrés Bello.
7. Pinto Lagarrigue, Fernando: La Masonería su Influencia en Chile, Editorial Orbe
8. Salazar Gabriel: La Construcción de Estado en Chile 1810 1830, Editorial Sudamericana, Santiago.



CARTAS, En: Biblioteca Nacional

1. CARTA de Irisarri a Diego Barros Arana. Santiago de Chile 31 de mayo de 1859.
2. CARTA de Joaquín Blest Gana a Diego Barros Arana. Santiago de Chile 29 de abril de 1859.
3. CARTA de Joaquín Blest Gana a Diego Barros Arana. Santiago de Chile 11 de octubre de 1859.
4. CARTA de Joaquín Blest Gana a Diego Barros Arana. Santiago de Chile 30 de octubre de 1859.
5. CARTA de Joaquín Blest Gana a Diego Barros Arana. Santiago de Chile 14 de enero de 1860.
6. CARTA de Marcial González a Diego Barros Arana. Santiago de Chile 30 abril de 1859.